Un pequeño pueblecito encantador de Francia
Esta pequeña ciudad o pueblo es muy conocido en la región, a pesar de su pequeño tamaño.
Al llegar a la zona, hay varios parkings de pago en los que se puede dejar el coche. Y esto es obligatorio ya que la ciudad es completamente peatonal.
Miles de turistas visitan este mágico lugar.
Yvoire fue una ciudad medieval, la cual, sus habitantes han querido preservar su aspecto de la época, por ello no hay grandes edificios, solamente casas en piedra y pequeños negocios renovados pero sin modificar la estética de las fachadas y casas de la época.
Yvoire está lleno de pequeñas tiendas artesanales, prácticamente todo hecho a mano y muy llamativo.
Comer bien está asegurado, ya que este pueblo tiene de muchísimos restaurantes con buena comida típica de allí. Casi todos los restaurantes tienen terraza y algunos incluso con vistas al lago.
Un plato típico es los pescaditos que sirven allí, llamados filets perches, antes había muchísimos en el lago Leman y ahora escasean de ahí su precio elevado, pero también es posible pedir esto en un restaurante y aunque vengan de algún otro lago están riquísimos.
El pueblo tiene un precioso pero pequeño puerto y unas vistas ejemplares.
Yvoire, un pueblecito con mucho encanto
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